Malmierca or Death: We Will Overcome! (Spanish Text)

by    /  December 10, 2013  / No comments

Rodrigo Malmierca Díaz

Rodrigo Malmierca Díaz, El ministro cubano de Comercio Exterior e Inversiones Extranjeras. Foto: Ministério da Saúde via Flickr.

Los cubanos tienen ahora al menos una certeza política. Cuando el gobierno funciona con total impunidad y sin transparencia, puede ser útil saber lo que se traen entre manos nuestros líderes respecto al destino de millones de cubanos.

  1. ¿Vale la pena enfocarse en las imágenes y palabras escapadas de la última utopía viviente en la Tierra? ¿Es la Cuba de hoy un país contemporáneo u otro idilio idiotlógico en el desierto ladinoamericano? ¿Nostalgia post-Guerra Fría con culpa o complicidad del Primer Mundo? ¿Cabe confiar que una Rewwwolución en Red removerá al régimen retrovolucionario de 1959? Aspiro a provocar más dudas que certezas. Leer o no leer: he aquí la cuestión.
  2. Orlando Luis Pardo Lazo nació en La Habana de 1971, donde aún reside y resiste. Como bloguero independiente, es escritor y fotógrafo. Su más reciente libro de ficción se llama BORING HOME (Garamond, 2009). Desde 2010 es el editor el e-zine literario y de opinión VOCES.

Ha sido el ministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca, quien lo ha declarado en Río de Janeiro el 22 de noviembre: en la Isla nunca habrá elecciones con otro partido que no sea el comunista (PCC). O sea, el régimen castrista, más allá de la muerte de los hermanos Castros ya octogenarios, tiene planes muy serios de perpetuarse.

Como Malmierca dijo esto en un seminario para invitar las inversiones brasileñas en Cuba, el ministro aclaró que, el hecho de que el sistema cubano sea el antípoda de las democracias occidentales, no impedirá los lazos comerciales de la Isla con el mundo libre.

La apuesta es instaurar un capitalismo de Estado: reformas económicas, pero secuestrando los derechos fundamentales del pueblo cubano, que desde hace décadas no elige a sus representantes de manera verídica, ni puede asociarse ni opinar sin ser perseguido.

Es curioso cómo el ministro no se apena de anunciar semejante sentencia de muerte para el movimiento pacífico pro-democracia cubano. Es un mensaje descorazonador para los social-demócratas, los demócratas-cristianos, los republicanos, los liberales, los ecologistas, los anarquistas, los socialistas, etc., entre otras denominaciones de la disidencia cubana.

Si la vía legal está cerrada para implementar el pluripartidismo, ¿qué deben hacer entonces los opositores a Castro? ¿Conformarse y callar? ¿Exiliarse de Cuba? ¿Acaso la resistencia armada? En todos los casos, ganaría el castrismo, que empezó con violencia y aspira a concluir con violencia.

Confiemos en que Malmierca sea destituido de su alto puesto tan pronto ponga un pie en La Habana. Y que su despotismo haya sido sólo un fruto envenenado de su inspiración. Hay certezas políticas tan atroces que casi es mejor no saberlas de antemano.

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