Posthumous Controversies (Spanish Text)
by Horacio Castellanos Moya / February 28, 2013 / No comments
A algunos escritores la controversia los persigue aún muchos años después de haber muerto. Si en vida se involucraron en la ríspida contienda política de su tiempo, la muerte no les dará sosiego. Y si por algún motivo les tocó militar en las filas del bando de los perdedores, lo pagarán en vida y también lo seguirán pagando después de muertos.
El caso más actual es el del Premio Nobel francés Albert Camus (1913-1960). Las celebraciones del centenario de su nacimiento en este año 2013 se han visto empañadas, sino boicoteadas, por el reavivamiento del debate en torno a su posición durante la guerra de Argelia. Hijo de colonos franceses, nacido y criado en Argelia, Camus se las ingenió para no quedar bien con ninguno de los dos bandos en pugna: su independencia de criterio, su afilado sentido crítico, no encajaban en el maniqueísmo de la época.
Pero Camus fue controversial no sólo en el ámbito francés, sino también en la arena internacional, en especial cuando, al calor de la Guerra Fría, la intelectualidad encabezada por Sartre se alineaba con los soviéticos y Camus criticaba con dureza la invasión a Hungría de 1956. El diario italiano Corriere della Sera publicó, el 1 de agosto de 2011, un reportaje en el que sostiene que el accidente automovilístico en el que Camus perdió la vida en 1960 pudo haber sido provocado por agentes de la KGB, y que la orden la habría dado el propio ministro de Relaciones Exteriores soviético, Dimitri Shepilov, en represalia por la campaña periodística de Camus denunciando la invasión de Hungría.
Cuando se cumplieron cincuenta años de la muerte de Camus, en 2010, el entonces presidente francés Nicolás Sarkozi anunció su propuesta de trasladar los restos del escritor al Panteón francés, donde reposan los héroes nacionales. La reacción en contra de los deseos del presidente no se hizo esperar. Pero en esa ocasión no fueron los ex combatientes de la guerra de Argelia, sino el propio hijo de Camus, Jean, quien se opuso a la medida y acusó a Sarkozi de querer apropiarse del legado de un escritor independiente y a quien se le considera un héroe de la izquierda.
La controversia entre Sarkozi y la familia de Camus me recuerda un hecho similar que se produjo en El Salvador ese mismo año 2010, cuando se cumplía el 75 aniversario del nacimiento del poeta revolucionario Roque Dalton, quien fuera asesinado por sus propios compañeros guerrilleros bajo la falsa acusación de ser agente de la CIA. El gobierno del presidente Mauricio Funes se proponía conmemorar al poeta, pero los hijos de éste le exigieron que, antes de hacer uso de la imagen de su padre, sacara de su gobierno a un ex-dirigente guerrillero que habría participado en el asesinato de Dalton. Funes se negó a despedir a su colaborador y los hijos del poeta le prohibieron el uso oficial del nombre de su padre. No hubo, pues, celebración oficial. Lo significativo en el caso de Dalton es que sea el primer gobierno de izquierda en la historia de El Salvador el que prefiere cobijar a quienes participaron en su asesinato a hacerle justicia al poeta. Pero tampoco se puede decir con precisión que la controversia persiga a Dalton hasta su “tumba”, porque éste no tiene una tumba, sus asesinos se niegan a revelar el sitio donde lo enterraron.