México: debate sobre la restauración
by Horacio Castellanos Moya / September 13, 2012 / No comments
Un intenso e interesante debate se ha estado produciendo entre los intelectuales mexicanos en torno a la posibilidad de que el retorno del Partido Revolucionario Institucional (PRI) al poder, a partir del próximo 1 de diciembre, signifique una “restauración del viejo orden autoritario”.
- Corkscrew is focused on Latin American issues. Literature, journalism and politics are the main concerns of this column. A corkscrew is useful only if it opens a bottle, hopefully full of something that would enlighten our spirits, but we could also set loose a cruel Genie or a rotten wine. The author will follow this principle: look for topics that open debates, new perspectives, and controversy. Cheers!
- Horacio Castellanos Moya is a writer and a journalist from El Salvador. For two decades he worked as a journalist in Mexico, Guatemala, and his own country. He has published ten novels, five short story collections and two books of essays. He was granted residencies in a program supported by the Frankfurt International Book Fair (2004-2006) and at City of Asylum/Pittsburgh (2006-2008). In 2009, he was a guest researcher at the University of Tokyo. Currently he teaches at the University of Iowa.
El PRI gobernó México desde 1929 hasta el año 2000, cuando perdió las elecciones ante el conservador Partido Acción Nacional (PAN). El largo reinado del PRI sobre la sociedad mexicana le valió diversos epítetos, como aquel expresado por el Premio Nobel Mario Vargas Llosa, en septiembre de 1990, en el que calificaba al régimen mexicano como “la dictadura perfecta”.
La pregunta que está en el centro del debate intelectual en estos momentos es si el PRI tiene posibilidades de restaurar el viejo orden o si, por el contrario, en estos doce años de alternancia en el poder, el sistema político y la sociedad mexicana en su conjunto han desarrollado lo suficientemente sus instituciones democráticas como para impedir un retorno del autoritarismo.
El debate tiene lugar entre los columnistas de las publicaciones periódicas diarias y semanales, pero donde se encuentran los puntos de vista de más largo alcance y profundidad es en las dos principales revista mensuales del país, Letras Libres y Nexos.
Las posiciones en conflicto llegan hasta los extremos: por un lado, están aquellos que ven el futuro “negro”, que consideran que el PRI ganó las elecciones de manera ilegal (a través de la compra de votos), que nunca se asumió como partido democrático, que nada más pasó agazapado en la oposición esperando la oportunidad para el retorno, y que sus redes de poder local (estatal y municipal) están profundamente ligadas al narcotráfico y a la corrupción; por el otro lado, están aquellos “optimistas” que consideran que, aunque el PRI tuviera las peores intenciones y quisiera echar marcha atrás hacia el autoritarismo, resultaría imposible revertir los avances democráticos de México, debido a factores como su interdependencia con Estados Unidos y con el mundo globalizado, y también por el desarrollo y la complejidad de una sociedad que no aceptaría una “restauración”.
Una de las facetas interesantes del debate es observar el “travestismo político” de varios intelectuales mexicanos, quienes a finales del siglo pasado apoyaban al PRI, luego, cuando el PAN llegó al poder, apoyaron a este partido abiertamente, y ahora regresan a apoyar “con optimismo” al PRI. Es un fenómeno propio de una sociedad donde muchos intelectuales aún juegan el papel de “cortesanos”, y por ello su comportamiento político será siempre el de sumarse al partido de gobierno, sin importar la ideología de esté, a fin de mantener sus posiciones como funcionarios, diplomáticos o gestores culturales. Este fenómeno de cortesanía también se refleja, con matices, en aquellas revistas independientes cuyos ingresos dependen en buena medida de la publicidad gubernamental (“Nadie paga para que le peguen”, dice el refrán).
En todo caso, el retorno del PRI al poder pondrá a prueba la madurez democrática de la sociedad mexicana, de sus instituciones políticas y también de sus intelectuales.