Las listas negras para eliminar a defensores de derechos humanos en Honduras no son una broma

by    /  September 15, 2016  / No comments

Protestors at a vigil for Berta Cáceres. Image by Daniel Cima via Flickr.

Protestors at a vigil for Berta Cáceres. Image by Daniel Cima via Flickr.

 

El pasado viernes 05 de agosto una fuente me entregó un listado conteniendo los nombres de ocho defensores  y defensoras de derechos humanos  en Honduras sobre quiénes el gobierno de Juan Orlando Hernández había ordenado investigarlos y seguirlos.

  1. Honduras tiene uno de los índices de asesinato más altos en el mundo. Es también uno de los
    países más peligrosos para los periodistas, según el Índice de la Libertad de Prensa Mundial
    2014, se ubica en el lugar 129 de 180. Los periodistas son amenazados, atacados, y asesinados
    regularmente, a causa de su trabajo. El gobierno de Honduras falla para castigar a los que usan
    la violencia contra los reporteros, esencialmente otorgándoles impunidad. Este espacio será
    dedicado a examinar la falta de protección para los periodistas hondureños quée ejercen su
    profesión. Los temas incluirán el uso de la publicidad patrocinada por el Estado como un
    mecanismo para castigar o compensar publicaciones, y la censura y autocensura como
    obstáculos hacia el progreso democrático.
  2. Nacida en Cofradía, Honduras, Dina Meza ha sido reconocida por PEN Internacional, Amnistía Internacional, Índice de Censura y Periodistas sin Fronteras por su trabajo como periodista y defensora de los derechos humanos. Actualmente, Dina es la fuerza impulsora detrás de la creación del Centro PEN en Honduras. En el 2013, escribió “El Reinado del Terror” (“Reign of Terror”), un reportaje profundo sobre las amenazas a los periodistas hondureños, para la revista del Índice de Censura. En el 2014, fue nombrada una de los “100 Héroes y Heroínas de la Informacion,” por Reporteros sin Fronteras.

En junio de este mismo año quedó al descubierto a través de un reportaje de la periodista Nina Lakhani, publicado por The Guardian, una lista de exterminio manejada por la fuerza militar hondureña,  hecho develado por un militar quien detalló a Lakhani que también estaban otros defensores de derechos humanos y de la oposición política en Honduras, con sus fotos y nombres y había una orden de terminar con su vida.

La macabra misión según el reportaje de Lakhani estaba un mes antes del crimen contra Bertha Cáceres, en manos de las Fuerzas Especiales y de la Fuerza de Seguridad Interinstitucional, FUSINA, militares que fueron entrenados por agentes del FBI y por marines estadounidenses.

En el golpe de Estado de 2009 circularon varias listas donde aparecían abogados, periodistas, defensores de derechos humanos y miembros de la oposición política de quienes Inteligencia Militar había levantado perfiles con la intención de atentar contra sus vidas. En un artículo publicado en el año 2013 por el periódico conexihon.hn, del Comité por la Libre Expresión, C-LIBRE, se publicaron más de 30 nombres.

En la década de los 80 los listados de muerte circulaban en las paredes de edificios públicos donde colocaban los nombres de dirigentes sociales que fueron asesinados, desaparecidos o contra quienes se provocaron atentados. Los papeles públicos era firmados por los escuadrones de la muerte Alianza Anticomunista Americana, AAA y por el 3-16.

Aunque Honduras se ha comprometido en diferentes foros internacionales a respetar los derechos humanos, internamente ese mensaje no cala en las autoridades que solamente pretenden tener engañada a la comunidad internacional.

El manejo mediático de las autoridades hondureñas desde el propio presidente Juan Orlando Hernández como de otras escalas institucionales,  señalan que el Estado ha cumplido con compromisos internacionales de derechos humanos entre ellos el EPU , pero del dicho al hecho hay mucho trecho, en el terreno concreto hay mucha represión contra quienes defienden los derechos humanos y contra los opositores.

Lo cierto es que no es broma lo de las listas de exterminio, el crimen contra Bertha Cáceres dejó claro que no hay tregua desde el poder que usa a los cuerpos de seguridad para vigilar, investigar, seguir y  terminar con la vida de las personas que se atreven a desafiar un sistema de impunidad.

Cuando me hablaron de esta nueva lista que salió desde la propia casa de gobierno con instrucciones para la Dirección de Investigación Policial, DPI y al Sistema Estratégico de Recolección, Cotejamiento, Análisis y Archivo de Información, SERCAA, para que procedieran a ejecutar la tarea porque las ocho personas que allí aparecemos somos considerados “defensores hostiles al sistema”, no me quedó más remedio que publicar esta denuncia  en el periódico pasosdeanimalgrande.com con la intención de adelantarme a un probable ataque.

La intolerancia llega a estas vergonzosas acciones, en vez de rectificar las cosas malas y dar varios pasos atrás para dejar por fin la represión como una forma de someter, se actúa al contrario, se abusa de la fuerza y se usan las instituciones del Estado para llevar a cabo tales fines.

Jorge Jiménez, un defensor de derechos humanos que viene sufriendo reiteradas amenazas explicó que aunque ha hecho todo lo posible para mantener la calma ante el incremento de las amenazas que ya llegaron hasta su casa a través de una nota donde se advierten que si no deja su trabajo por los derechos humanos, lo van a matar, aparentemente no le quedaba otro remedio que alejarse un poco.

Las mismas autoridades encargadas de brindarle la seguridad contemplada en las medidas cautelares emitidas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CIDH,  se hacen de la vista gorda ante los constantes asedios.

La vigilancia llega a extremos, una defensora de derechos humanos que llegó al país el 11 de agosto después de permanecer un año en el exilio el cual abrazó con mucho dolor, retornó a Honduras  donde se le persigue sin cesar nuevamente.

Me consta cómo la han hostigado desde que puso un pie en la nación , las llamadas constantes que pretenden amedrentarla y la vigilancia sobre sus actividades no se han hecho esperar.

Lamentablemente estamos ante un Estado que está casi muerto en vida, su agonía es diaria, si no nos apresuramos como sociedad para que reviva definitivamente, lo lamentaremos porque vamos a entregar a nuestros hijos, hijas, nietos y nietas los escombros vergonzosos de una nación que merece tener otro destino. El actuar hoy es la clave, si esperamos más tiempo será demasiado tarde!!!

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