La Habana Horrenda del “Hito Histórico” de Obama
by Orlando Luis Pardo Lazo / April 6, 2016 / No comments
El domingo 20 de marzo el presidente norteamericano Barack Obama aterrizó en una Habana pasada por agua, bajo una llovizna pertinaz que le dio la bienvenida y lavó el churre habitual de la capital cubana. Aunque es una de las ciudades más hermosas del mundo, está muy abandonada tras décadas de un totalitarismo muy efectivo a la hora de reprimir, pero incapaz de conservar el patrimonio arquitectónico del pueblo cubano.
- ¿Vale la pena enfocarse en las imágenes y palabras escapadas de la última utopía viviente en la Tierra? ¿Es la Cuba de hoy un país contemporáneo u otro idilio idiotlógico en el desierto ladinoamericano? ¿Nostalgia post-Guerra Fría con culpa o complicidad del Primer Mundo? ¿Cabe confiar que una Rewwwolución en Red removerá al régimen retrovolucionario de 1959? Aspiro a provocar más dudas que certezas. Leer o no leer: he aquí la cuestión.
- Orlando Luis Pardo Lazo nació en La Habana de 1971, donde aún reside y resiste. Como bloguero independiente, es escritor y fotógrafo. Su más reciente libro de ficción se llama BORING HOME (Garamond, 2009). Desde 2010 es el editor el e-zine literario y de opinión VOCES.
El general Raúl Castro no recibió al presidente norteamericano en el aeropuerto. Tampoco el Estado organizó sus habituales “recibimientos en masa”. Ni la televisión de la Isla transmitió las actividades “populares” de Obama en las plazas, catedrales y restaurantes de propiedad familiar de La Havana Vieja. Al parecer, el régimen quiere minimizar la popularidad con que desde el 2009 Obama cuenta entre nuestra población.
El lunes 21 de marzo finalmente se reunieron Castro y Obama. Fue un evento penoso, patético. El presidente norteamericano lucía jovial y lúcido al principio. Pero el tirano octogenario cubano, hermano del tirano hoy ya senil Fidel Castro, se mostró prepotente y arrogante. Y mucho peor, mentiroso en su impunidad de monarca absoluto, que transferirá dinásticamente el poder a su hijo Alejandro Castro Espín, también presente allí en ese encuentro de alto nivel, a pesar de que el heredero no posee cargos públicos en Cuba sino en la inteligencia militar.
Raúl Castro casi se enfureció cuando la prensa internacional le preguntó sobre los derechos humanos y los presos políticos pacíficos que injustamente aún languidecen en las cárceles de Cuba. Castro increpó a la prensa y los retó a que le dieran una lista de detenidos. Yo se la podría dar ahora mismo, pero él no la recibiría de mi mano, al considerarme una no-persona. Además, el dictador cubano en su soberbia no cree que ningún cubano condenado por él merezca ser llamado “preso de conciencia”.
Basta con mencionar este indignante detalle: mientras Raúl Castro exigía listas —como mismo el cardenal católico cubano ha desmentido que existan presos políticos en Cuba—, en toda la Isla cientos de artistas y activistas sociales estaban siendo acosados, golpeados en público, obligados a permanecer arrestados en sus propias casas, y detenidos en paradero desconocido durante días. El mismo modus operandi, por cierto, de la Seguridad del Estado en cada una de las misas de los Papas que han visitado a Cuba, sin que la jerarquía católica nunca lo haya denunciado.
No se trata de conspiradores: las víctimas son ciudadanos cubanos amantes de la justicia, la belleza, el bien y el orden. Gente amigable que desea vivir una vida en la verdad. Como el grafitero Danilo Maldonado (El Sexto), el fotógrafo Claudio Fuentes, la escritora Lia Villares, el graduado de cine Henry Constantín, el bloguero Yuri Valle Roca, el periodista Roberto Guerra, el músico punk Gorki Águila, los activistas pro-democracia Antonio Rodiles y Berta Soler, el pastor bautista Mario Félix Lleonart, la profesora Joanna Columbié y un etcétera de la dignidad de la nación cubana, cuyos derechos han sido secuestrados por una gerontocracia grosera, comunistas chorreando sangre y sedientos capital, incluso ante la presencia de Obama y la prensa extranjera.
¡Imagínense entonces, estimados lectores del mundo libre, cómo se comporta esta casta corporativa-militar cuando gozan de la impunidad de un país a puertas cerradas!
P.D.: El listado, siempre más o menos inexacto, dado lo opaco de un régimen que considera a la información como un arma de opresión, aparece en este enlace difundido tan pronto como Raúl Castro, cual hegémono magnánimo o acaso un ogro filantrópico, pidió a los periodistas la lista de presos políticos en la Cuba decrépita de hoy.
P.D. 2: En CubaDebate.cu y la mayoría de los sitios web gubernamentales en Cuba (y todos lo son), los periodistas oficiales desde entonces han estado publicando opiniones sospechosamente unánimes sobre la visita de Barack Obama a La Habana, incluida la muy ofensiva y racista titulada “Negro, ¿tú eres sueco?”, que significa literalmente: “Negro, no te hagas el tonto.”