RIP Chávez (Spanish Text)
by Orlando Luis Pardo Lazo / March 18, 2013 / No comments
Despegué en un avión desde La Habana, con Hugo Chávez aún vivo. Cuando aterricé en Miami menos de una hora después, el presidente venezolano ya estaba muerto. Los cubanos del avión se felicitaban. En esa ciudad de la Florida pronto estallarían los fuegos artificiales. Júbilo ante la muerte de un caudillo que iba a permanecer en el poder a perpetuidad. Bio-venganza.
- ¿Vale la pena enfocarse en las imágenes y palabras escapadas de la última utopía viviente en la Tierra? ¿Es la Cuba de hoy un país contemporáneo u otro idilio idiotlógico en el desierto ladinoamericano? ¿Nostalgia post-Guerra Fría con culpa o complicidad del Primer Mundo? ¿Cabe confiar que una Rewwwolución en Red removerá al régimen retrovolucionario de 1959? Aspiro a provocar más dudas que certezas. Leer o no leer: he aquí la cuestión.
- Orlando Luis Pardo Lazo nació en La Habana de 1971, donde aún reside y resiste. Como bloguero independiente, es escritor y fotógrafo. Su más reciente libro de ficción se llama BORING HOME (Garamond, 2009). Desde 2010 es el editor el e-zine literario y de opinión VOCES.
Es posible que Hugo Chávez hubiera muerto en Cuba mucho tiempo atrás. Es posible que viajara cadáver desde La Habana a Caracas. Cuando los Estados practican una política de secretismo, cualquier disparate es posible. Y cualquier despotismo criminal.
Un locutor de la televisión cubana casi llora anti-profesionalmente en cámara y se dio unos ridículos golpes en el pecho al leer el Comunicado Oficial. Luego vino la histeria colectiva ante lo que debiera ser un mero trámite constitucional. Ahora, en el colmo de lo macabro, lo van a momificar. El desbordamiento del cáncer que inflamó a ese cuerpo, será vaciado y lo reconstruirán con sustancias acaso sintéticas. Un muñecón inerte: ningún ser humano merece un ultraje así.
La incontinente oratoria de Hugo Chávez ha sido silenciada y el pueblo venezolano deberá ahora decidir qué ruta tomar: la memoria dictatorial o borrar tanto personalismo patriotero que irresponsablemente dividió en dos a su nación.
La muerte de un Jefe de Estado nunca debería ser más que una tragedia familiar. Sobre todo la de un Premier que recién mintió en la pasada campaña electoral, cuando aseguró a sus votantes que ya él estaba libre de cualquier célula de cáncer.