El Comandante is Dead: ¡Viva El Comandante! (Spanish Text)
by Orlando Luis Pardo Lazo / January 21, 2013 / No comments
El presidente de Venezuela, comandante Hugo Chávez, ha sido operado quirúrgicamente por cuarta vez en La Habana desde 2011, cuando reconoció en público su cáncer, aunque es un secreto de Estado saber con qué diagnóstico exactamente. La prensa cubana no se atreve a preguntar sobre estas cuestiones.
- ¿Vale la pena enfocarse en las imágenes y palabras escapadas de la última utopía viviente en la Tierra? ¿Es la Cuba de hoy un país contemporáneo u otro idilio idiotlógico en el desierto ladinoamericano? ¿Nostalgia post-Guerra Fría con culpa o complicidad del Primer Mundo? ¿Cabe confiar que una Rewwwolución en Red removerá al régimen retrovolucionario de 1959? Aspiro a provocar más dudas que certezas. Leer o no leer: he aquí la cuestión.
- Orlando Luis Pardo Lazo nació en La Habana de 1971, donde aún reside y resiste. Como bloguero independiente, es escritor y fotógrafo. Su más reciente libro de ficción se llama BORING HOME (Garamond, 2009). Desde 2010 es el editor el e-zine literario y de opinión VOCES.
La Habana no puede permitir que caiga el gobierno bolivariano pues, sin los subsidios de Venezuela, la Revolución colapsaría en una crisis como la de los años 90s, cuando desapareció el campo socialista europeo. Por eso miles de cubanos trabajan a tiempo completo en todas las esferas de la sociedad venezolana, mientras los servicios secretos de la Isla actúan en el equipo de asesoramiento y seguridad del moribundo presidente, así como infiltrados en las filas de la oposición. En la práctica, La Habana se comporta como la metrópoli que controla los hilos del poder en Caracas.
El vicepresidente Nicolás Maduro será el heredero del régimen populista venezolano. Es un funcionario opaco, temible por su pragmatismo sin ideología (al estilo de Raúl Castro, mientras que Chávez era un clon carismático de Fidel Castro). Maduro es, pues, el candidato ideal a ser un títere a perpetuidad del gobierno cubano, que financió en sus inicios al proyecto de socialismo bolivariano y ahora recogerá los multimillonarios frutos de aquella inversión (bien podría retomarse la idea de una fusión política binacional).
El pueblo cubano mira este escenario con escéptica sabiduría histórica. Sea por pánico o por apatía, igual nunca se involucra en los acontecimientos de su nación: sólo esperan poder fugarse en masa con la Reforma Migratoria que, a partir de este enero, les permitirá viajar al extranjero sin el humillante Permiso de Entrada y Salida a su propio país. Y si, por esta estampida la Isla necesitara mano de obra barata en un futuro inmediato, siempre podrá importar más y más desde su satélite venezolano.