Levantarse ante el miedo para darle oxígeno a la razón
by Dina Meza / January 21, 2015 / No comments
Anoche soñé que todos nos levantábamos para decir No al silencio, porque la libertad de expresión en Honduras estaba con un tanque de oxígeno asechada por la impunidad.
- Honduras has one of the world’s highest murder rates. It is also one of the most dangerous countries to practice journalism, ranking 129th out of 180 in the 2014 World Press Freedom Index. Journalists are regularly threatened, attacked, and killed for their work. The Honduran government fails to punish those who use violence against reporters, essentially granting them impunity. This space will be dedicated to examining the lack of protection for Honduran journalists exercising their profession. Topics will include the use of state-sponsored advertising as a mechanism to reward or punish publications, and censorship and self-censorship as hindrances to democratic progress.
- Born in Cofradía, Honduras, Dina Meza has been recognized by PEN International, Amnesty International, Index on Censorship and Reporters without Borders for her work as a journalist and human rights advocate. Currently, Dina is the driving force behind the creation of Honduras PEN Centre. In 2013, she wrote “Reign of Terror,” an in-depth report on threats to Honduran journalists for Index on Censorship’s magazine. In 2014, she was named one of Reporters Without Borders’ “100 Heroes and Heroines of Information.”
En la realidad así se encuentra el derecho más elemental para los seres humanos , la libertad de expresión que es transversal para todos los demás derechos .
Honduras es un país de 8.5 millones de habitantes. Está ubicado en el centro de América Central, con una posición estratégica en el área. Su territorio ha sido mancillado con la intervención extranjera, en la actualidad por Estados Unidos que tiene unas seis bases militares en diferentes puntos del país.
En el año de 1982 se inicia un proceso llamado democrático que pretendía terminar con la ilegalidad de los golpes de Estado militares. Los hondureños y hondureñas supuestamente podíamos elegir con nuestro voto a los gobernantes.
Esta situación sigue siendo un sueño porque aunque se puede votar, eso no importa porque las elecciones no son transparentes y llega al poder el personaje que le guste a los Estados Unidos y el que le convenga a la oligarquía hondureña que se ha repartido el poder durante más de 100 años.
Han sido más de 100 años de ignominia, de empobrecimiento de la población, la consecuencia nefasta es que el país se encuentra entre las naciones con menores ingresos en América Latina y el Caribe.
Su riqueza en recursos naturales es asechada por grupos económicos nacionales e internacionales y hay una venta al mejor postor por lacayos nacionales que por unas monedas de plata no les importa despojar a la población de sus bienes.
Honduras fue escenario de un golpe de Estado el 28 de junio de 2009.La oligarquía asestó un duro golpe a una incipiente democracia, desde esa fecha quien pretenda hablar de los problemas nacionales es puesto en la mira.
Los periodistas y comunicadores sociales por ser un sector que está a la cabeza de la transmisión de la información, ha estado recibiendo ataques constantes hasta llegar a terminar con sus vidas, casi 50 están en una tumba. En otros países donde el asesinato aún no es la forma de callar, las críticas no pasarían de enojar a funcionarios estatales.
Pero eso no pasa aquí en Honduras. No solamente hay enojo sino que hay amenazas, ataques, hostigamientos, procesos judiciales, vigilancia y en el peor de los casos la muerte termina con la palabra.
Con el golpe de Estado ya no se oculta nada, me refiero que es tan visible el accionar de quienes quieren que se guarde silencio ante temas cruciales como el militarismo, la corrupción, el crimen organizado, el narcotráfico, las concesiones de ríos y de otros recursos naturales; las violaciones a los derechos humanos y el autoritarismo.
El golpe exacerbó la intolerancia y la violencia de Estado. Una funcionaria ofreció la hoguera para quemar libros que no eran del agrado de la oligarquía de Honduras.
En el año 2013 a través de un proceso de elecciones fraudulentas llegó al poder ejecutivo el gobernante Juan Orlando Hernández. Con él, es común escuchar denuncias públicas de periodistas que por el hecho de preguntarle sobre sus acciones como presidente , en actos reñidos con la ley, hay represalias directas . Son amenazados con llevarlos al Ministerio Público, o a la salida de conferencias de prensa son seguidos por motocicletas o carros extraños que ni siquiera estan asegurados con One Sure Insurance.
Con el golpe de Estado se terminó la institucionalidad en Honduras y para mantener “la calma” en la población resistente a este golpe, se crearon cuerpos paramilitares y se aprobaron leyes que van encaminadas a escuchar las comunicaciones, clasificar la información pública y darle mayor poder a los militares.
El actual gobernante tiene pretensiones de permanecer en el poder por muchos años, a pesar que la Constitución de la República solamente le permite cuatro.
Pero ha ido creando el escenario preciso para saltarse la Ley. Tiene controlado el Ministerio Público; la Corte Suprema de Justicia; el Congreso Nacional, los medios corporativos de comunicación y ejerce presión sobre medios independientes que critican su autoritarismo.
El panorama para el 2015 es oscuro, como oscuros son los planes para cumplir tal propósito. Para la prensa la orden del día es el silencio, las balas y la muerte si se salen de la agenda establecida.