Castro vs. the Cuban People: Where was the President? (Spanish Text)

by    /  July 22, 2013  / No comments

Raúl Castro. Photo: Courtesy of Orlando Luis Pardo Lazo.

El General de Ejército Raúl Castro, en 35 minutos echó por tierra hasta el último vestigio del Hombre Nuevo que iba a construir la Revolución castrista de 1959. Se trata del paradójico caso de un líder que acusa a la masa de vivir sin valores morales y cívicos: ni honestidad ni decencia ni vergüenza ni decoro ni honradez ni sensibilidad ni solidaridad.

  1. ¿Vale la pena enfocarse en las imágenes y palabras escapadas de la última utopía viviente en la Tierra? ¿Es la Cuba de hoy un país contemporáneo u otro idilio idiotlógico en el desierto ladinoamericano? ¿Nostalgia post-Guerra Fría con culpa o complicidad del Primer Mundo? ¿Cabe confiar que una Rewwwolución en Red removerá al régimen retrovolucionario de 1959? Aspiro a provocar más dudas que certezas. Leer o no leer: he aquí la cuestión.
  2. Orlando Luis Pardo Lazo nació en La Habana de 1971, donde aún reside y resiste. Como bloguero independiente, es escritor y fotógrafo. Su más reciente libro de ficción se llama BORING HOME (Garamond, 2009). Desde 2010 es el editor el e-zine literario y de opinión VOCES.

El discurso de Raúl Castro (también es Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba y Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros) ocurrió el 7 de julio durante la VIII Legislatura del Parlamento Nacional. Por momentos, el militar parecía a punto de ordenar una limpieza étnica contra la nación cubana. Amenazó con imponer la disciplina a cualquier precio, si bien los cubanos ya estamos acostumbrados, tras más de medio siglo de represión como mecanismo de crear consenso y gobernabilidad.

Así, la élite gubernamental descubre ahora que la Isla es una debacle y que la materia prima humana es apenas carroña: robo, impunidad, viviendas ocupadas, comercio ilícito, incumplimiento de horarios laborales, sacrificio ilegal de ganado y de especies en peligro de extinción, cría de animales en la ciudad, acaparamiento de productos deficitarios, apuestas en juegos de azar al margen de la ley, sobornos y prebendas, asedio al turismo, infracciones de la seguridad informática, borracheras y groserías y basuras en la vía pública (además de defecar y orinar en parques y calles), grafitis, música estridente, fraude académico, vandalización de cabinas telefónicas y postes de electricidad y hasta alcantarillas y señales de tráfico…

Por un discurso similar al cubanicidio de Raúl Castro, muchas personas críticas al sistema socialista han sido castigados oficialmente con el ostracismo, la estigmatización, la cárcel, el exilio, y la muerte.

La pregunta jamás respondida es dónde estaban los hermanos Fidel y Raúl Castro mientras Cuba se caía a pedazos. ¿Eran ignorantes o ineficaces o indolentes?

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